Desnudo, con la carne llagada
por el trabajo intenso, ruin de la
academia. Y es que tiene todo
apolillado el nervio desde que
un pigmeo trató de sobornarlo.
Y aunque sean malas noticias,
o se invente un acueducto de los
que mandan lejos el estiércol
de las teorías más sofisticadas,
aún así: él puede dar pelea,
y vencer al Goliat sin nombre:
el que devora las entrañas del
silencio. Ahí está su pena,
y su casa, devota y ciega.
por el trabajo intenso, ruin de la
academia. Y es que tiene todo
apolillado el nervio desde que
un pigmeo trató de sobornarlo.
Y aunque sean malas noticias,
o se invente un acueducto de los
que mandan lejos el estiércol
de las teorías más sofisticadas,
aún así: él puede dar pelea,
y vencer al Goliat sin nombre:
el que devora las entrañas del
silencio. Ahí está su pena,
y su casa, devota y ciega.
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